Riesling de Boppard le dan una inconfundible nota a este vino y re-galan maravillosas experiencias de sabor al amante de los vinos. Sin el saber hacer y la pasión por el buen vino de los viticultores, ni los mejores emplazamientos da-rían una buena gota. Las labores en los viñedos del Bopparder Hamm siguen llevando la im-pronta del trabajo manual y se llevan a cabo casi exclusivamente en sus difíciles cuestas. Quien pase por Boppard a lo largo del año, siempre podrá observar a los viticultores trabajando en la po-da, el atado de los sarmientos o el cuidado de la uva. Los paseos y excursiones por el Bopparder Hamm llevan directamente a la cuna de la uva. Un evento espe-cialmente remarcable en el marco de las excursiones de carácter culinario-enológico a los viñedos es siempre la “Primavera del vino del Rin Medio” que se celebra a finales de abril. En torno a una docena de empresas vinícolas de Boppard ofrecen acompañados de deliciosos aperitivos una inol-vidable forma de experimentar la sensualidad de Renania y sus vinos. Por su parte la “cata del vino de Boppard” se convierte en agosto en un “Eldorado” en el que se puede disfrutar de más de cien vinos y espumosos en el patio interior histórico del castillo de Boppard. Este evento se celebra ya muy cerca de la mayor de las fiestas del vino de Boppard: la fiesta anual de la Vendimia que se celebra a finales de septiembre y principios de octubre. Pero a lo largo del año son las acogedoras tabernas enológicas, las amables fiestas locales y naturalmente la multitud de catas de vinos que se celebran en los propios viñedos las que van conformado el aro-mático calendario vitivinícola que encanta tanto a los visitantes y a los locales. Viticultura Viticultura La viticultura es inseparable de la región del Rin medio; pero en ningún otro lugar se extienden tan majestuosamente ante los ojos del espectador los viñedos de esta pequeña aunque excelente denomi-nación 20 – 21 de origen como ante las puertas de Boppard, en el Bopparder Hamm. Los viñedos del Bopparder Hamm, que dominan el meandro ancho del Rin, dieron lugar a la fama de Boppard de ser la cuna de exce-lentes viñedos. Los plantíos orien-tados al sur disfrutan del ángulo perfecto de inclinación respecto al sol y aprovechando la superfi-cie del agua del río como acumu-lador de calor quedan bien prote-gidos tanto del oeste como del este, lo que contribuye a mejorar aún más su microclima. Es decir cuentan con las condiciones ide-ales para el cultivo de excelentes vinos. Con sus cerca de 75 hectá-reas, el Bopparder Hamm es ade-más la extensión continua más grande de viñedos de la región del Rin medio. Lo viñedos se encuentran distribuidos en exce-lentes zonas de cultivo: Elfenlay, Fässerlay, Weingrube, Mandel-stein, Feuerlay, Ohlenberg y Engelstein. La absoluta estrella entre los vinos locales es el Ries-ling, que en estos viñedos alcanza un carácter muy propio gracias a las profundas capas de roca de aluvión de pizarra y esquisto. Los típicos aromas a manzana, a menta y a diversas especias del Bopparder Hamm